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“El político y el elefante” Bienvenida #1GENC

“El político y el elefante” Bienvenida #1GENC

La Primera Generación de la Escuela Nacional de Cuadros, está, en su mayoría, conformada por jóvenes entusiastas de todo el País, que tienen el anhelo y la disposición de estudiar y conocer el modelo de los grandes maestros, a fin de abrevar en él.

De entre todos los compañeros con quienes he tenido la oportunidad de platicar, me he encontrado con la grata sorpresa de saber que existe un interés multidisciplinario por participar en la política de sus regiones o entidades; esto, sin duda, permite fortalecer la competencia y beneficia a la sociedad.

Ver a otros jóvenes estudiantes y/o profesionales de Administración de Empresas, Biología, Derecho, Relaciones Internacionales, Química, Ciencias Políticas, Negocios Internacionales, Economía o, como en mi caso, Matemáticas Aplicadas y Computación, es inspirador y me permite entender mejor que la política se refiere a una forma de vivir, y no a una condición ligada al área de estudios profesionales.

Por esta razón he decidido compartir una de mis anécdotas favoritas, escuchada la primera vez en voz de mi padre, leída en: “No siembro para mi” de Miguel Alemán Velasco, un libro que relata la biografía de Don Adolfo Ruiz Cortines autor de la frase: “No siembro para mi, siembro para México”.

¿Han escuchado sobre por qué el político debe ser como el elefante?

El político debe ser como el elefante, debe contar con:

  • Una piel bastante gruesa, para aguantar las traiciones.
  • Unas orejas muy grandes, para escuchar lo que los demás dicen.
  • Unos colmillos fuertes, para poder defenderse en la adversidad.
  • Unos pies muy grandes, para no perder el suelo.
  • Una trompa larga y gran olfato, para saber qué se avecina.
  • Un peso considerable, para dejar huella por donde se pase.
  • Una cola pequeña, para que no se la pisen.
  • Unas uñas chiquitas-chiquitas, para no agarrar lo que no es suyo.

Ésta no es la anécdota, tal cual la contaba Don Adolfo, ésta lleva parte de la cosecha de muchas personas que han ido añadiéndole, quitándole, cambiándole, pero sin duda es buena y es así, como me gusta contarla.

Muchas felicidades a todos mis compañeros por formar parte de esta primera generación de la ENC, los invito a que nos sigamos preparando, pues el estar aquí es un privilegio, pero al mismo tiempo una responsabilidad; recordemos que como políticos señalaremos caminos y tenemos el compromiso de NO equivocarnos.